No siempre el inquilino tiene claro si quiere alquilar un inmueble, o prefiere valorar otras opciones; también existen inquilinos interesados en un futuro alquiler y prefieren no renunciar a un inmueble que cumple con los requisitos que buscan. En casos como estos es interesante redactar un documento de reserva de alquiler sin penalización, que otorga ciertos privilegios sobre el alquiler definitivo, pero dejando la puerta abierta para encontrar otras opciones.
El modelo de reserva de inmuebles tales como viviendas o locales es, en realidad, un precontrato de breve extensión y con muy pocas condiciones, que se celebra entre el propietario del inmueble y la parte reservante; es decir, el futuro inquilino. Sin embargo, se trata de uno de los documentos más complicados de redactar, ya que se basa en las condiciones pactadas para la reserva y, además, sentará las bases del contrato de alquiler definitivo.
Aunque su dificultad principal radica en el hecho de que el incumplimiento de documento supone penalizaciones económicas, ya que uno de los requisitos comunes para la reserva del alquiler es que la parte arrendataria entrega una cantidad de dinero en concepto de señal y, si finalmente el alquiler no tiene lugar, el arrendador tendrá derecho a quedarse con este dinero. Por otro lado, cuando es el arrendador el que no mantiene la reserva, también tendrá que entregar no solo la fianza, sino también una cantidad acordada en concepto de penalización.
Cómo redactar un documento de reserva de alquiler sin penalización
El precontrato de reserva de alquiler es un documento que parece sencillo, pero teniendo en el derecho que futuro alquiler que otorga a la parte que hace la reserva y la posibilidad de perder la cantidad entregada en el caso de que el contrato de alquiler no tenga lugar, es importante que las pocas condiciones incluidas sean claras y estén bien definidas. Aquí puedes descargar un contrato de reserva de alquiler en Word.
Del mismo modo, el documento de reserva de alquiler debe especificar el plazo de validez del precontrato y, por lo tanto, el tiempo que el futuro arrendatario tiene para valorar si el alquiler tendrá lugar en las condiciones pactadas.
Por lo tanto, el contrato de documento de reserva de alquiler debe dejar muy claros los siguientes aspectos:
En el encabezado debe quedar claro el tipo de documento del que se trata y, por lo tanto, se dejará constancia de que es un documento de reserva de alquiler.
Se identificará a cada una de las partes, la parte reservante y la parte propietaria, de las que se indicarán nombre y apellidos, número de identificación y domicilio a efecto de notificaciones. En el caso de que se trate de personas jurídicas, se indicará el nombre de la persona jurídica y su número de identificación y, además, se designará un representante, del que se deberá aportar un número de identificación personal.
A continuación, se identificará el inmueble, indicando no solo su ubicación, sino también sus características.
Tras la identificación de las partes y del inmueble, se pasará a indicar las condiciones en las que se sustenta la reserva. Se indicarán la cantidad que se entrega en concepto de fianza y el plazo máximo de validez de la reserva.
Una vez indicada la cantidad que hay que entregar y el plazo, se pasará a indicar las consecuencias en caso de que el precontrato se resuelva de forma unilateral, o lo que es lo mismo, qué sucedería si una de las partes decidiera no seguir adelante con el contrato de forma unilateral. Por la parte reservante, lo más habitual es que no pierda la cantidad entregada en concepto de reserva; mientras que si es la parte propietaria la que no mantiene la reserva, tendría que devolver no solo la fianza, sino la cantidad que se indique en el contrato. De ahí que sea tan importante indicar las consecuencias.
El contrato de reserva de alquiler también debe incluir todos los acuerdos a los que las partes han llegado acerca de los términos en los que se celebraría en contrato de alquiler definitivo (renta, duración, prórrogas…). En este caso, también habría que indicar las penalizaciones si una de las partes quisiera modificarlas de forma unilateral.
Para concluir, es necesario que la reserva indique la fecha en la que se firma el contrato que, por último, deberá ser firmado tanto por arrendador como por futuro arrendatario.
Debido a la escasez de inmuebles y al interés de los inquilinos de conseguir las mejores viviendas, la celebración de precontratos de reserva es una práctica que gana popularidad en grandes ciudades y, cada vez, en localidades más pequeñas, pero la reserva supone ciertos riesgos económicos para ambas partes; por ello, es conveniente dejar constancia de todos los acuerdos a los que llegan las partes, así como del dinero entregado, para hacer valer los derechos de las partes si fuera necesario.